Foto via toctocvintage |
Hace algunas semanas, me había planificado el conjunto que quería ponerme el día siguiente, que consistía en una fada corta, unas merceditas y una camisa.
Mi sorpresa fue cuando al levantarme por la mañana, estaba nevando! Las predicciones del tiempo decían que a lo mejor nevaba pero que no era seguro.
Como la Ley de Murphy existe, terminó pasando.
Con el día que se presentaba de nieve y frío no veía adecuado ni me apetecía ponerme el conjunto que tenía planificado, así que tuve que pensar un plan B rápidamente, en medio de mis ojeras matutinas, las prisas y mi hija pidiéndome atención.
La situación fue bastante estresante, así que pensé que tendría siempre un plan B preparado por si las moscas.
Si te planificas la ropa que te vas a poner o quieres hacerlo, este artículo te interesa.
El Plan B seria un poco como tener el conjunto pensado para los días de lluvia (puedes recordar cómo hacerlo AQUI) pero que te pueda servir para todas las ocasiones o al menos la mayoría.
2. Hazlo con básicos o fondo de armario , nunca falla. Elige prendas que no sean muy extremadas o muy de temporada, tendrás plan B para más tiempo.
Aunque sean prendas básicas no quiere decir que no tengan que ser bonitas. Cuando digo básicas me refiero a que puedas ir con ellas a todas partes, que no sean ni demasiado llamativas ni demasiado aburridas.
3. Hazte más de un conjunto para diferentes situaciones, de esta manera tendrás más opciones.
Esto va bien porque te puede venir a ver la Ley de Murphy y justamente este pantalón o camisa que forma parte de tu plan B está sucia (porque esto pasa) y ¿entonces que? Y si tienes otro en la recámara te soluciona la papeleta.
Tienes que sentirte tú, es como tu conjunto de la suerte, aquél que nunca falla, el que siempre puedes recurrir tengas lo que tengas.
Porque también lo puedes utilizar cuando lo que has pensado vestirte aquel día no te apetezca ponerte porque, por ejemplo te levantas con el pie izquierdo o tú no estás al 100%.
Tampoco es cuestión de tirar siempre del plan B porque luego ya dejará de serlo para convertirse en tu uniforme diario.
Tiene que servirte para urgencias (días malos, cambios en el tiempo, manchas en el último momento, prendas que no están limpias o planchadas cuando creías que si, etc.).
Además con dos conjuntos que tengas pensados de cada temporada ya lo tienes resuelto, solamente tienes que dedicarle un poco de tiempo una vez y lo tendrás listo y disponible para muchos meses.
Mi sorpresa fue cuando al levantarme por la mañana, estaba nevando! Las predicciones del tiempo decían que a lo mejor nevaba pero que no era seguro.
Como la Ley de Murphy existe, terminó pasando.
Con el día que se presentaba de nieve y frío no veía adecuado ni me apetecía ponerme el conjunto que tenía planificado, así que tuve que pensar un plan B rápidamente, en medio de mis ojeras matutinas, las prisas y mi hija pidiéndome atención.
La situación fue bastante estresante, así que pensé que tendría siempre un plan B preparado por si las moscas.
Con un plan B
siempre acertarás
Si te planificas la ropa que te vas a poner o quieres hacerlo, este artículo te interesa.
Tener pensado un plan B
te puede sacar de muchos apuros
Y no solamente por situaciones como la que me pasó a mí, sino también para cualquier otro motivo.
Te proporcionará tranquilidad saber que si la primera propuesta, por lo que sea, no te convence tendrás un recurso rápido y seguro en menos de un minuto.
Te proporcionará tranquilidad saber que si la primera propuesta, por lo que sea, no te convence tendrás un recurso rápido y seguro en menos de un minuto.
Tener un plan B no significa
ponerte lo primero que
te pase por la cabeza
sin pensarlo
El Plan B seria un poco como tener el conjunto pensado para los días de lluvia (puedes recordar cómo hacerlo AQUI) pero que te pueda servir para todas las ocasiones o al menos la mayoría.
5 pasos para crear un plan B:
1. Revisa tu armario . Escoge las prendas que más te gusten y que además te sean cómodas, las que nunca te da pereza ponerte y siempre aciertas con ellas.
1. Revisa tu armario . Escoge las prendas que más te gusten y que además te sean cómodas, las que nunca te da pereza ponerte y siempre aciertas con ellas.
Así si algún día tienes que recurrir a ellas te sentirás segura y te apetecerá ponértelas si son tus prendas fetiche.
2. Hazlo con básicos o fondo de armario , nunca falla. Elige prendas que no sean muy extremadas o muy de temporada, tendrás plan B para más tiempo.
Aunque sean prendas básicas no quiere decir que no tengan que ser bonitas. Cuando digo básicas me refiero a que puedas ir con ellas a todas partes, que no sean ni demasiado llamativas ni demasiado aburridas.
Tienen que sacarte de un apuro
no meterte en otro
3. Hazte más de un conjunto para diferentes situaciones, de esta manera tendrás más opciones.
Esto va bien porque te puede venir a ver la Ley de Murphy y justamente este pantalón o camisa que forma parte de tu plan B está sucia (porque esto pasa) y ¿entonces que? Y si tienes otro en la recámara te soluciona la papeleta.
O por ejemplo, tienes un plan B para ir a trabajar pero no para salir o para ir casual, o al revés. Aunque tengas un plan B tampoco te serviria. Así que lo mejor es pensar un plan B más formal y otro más casual, seguro que podrás utilizar uno de los dos.
4. Piensa también en los zapatos y complementos . Cuando nos vestimos a veces tendemos a no darles importancia y la tienen y mucho, puedes arruinar un conjunto si no aciertas con los zapatos o con los complementos y al revés, puedes cambiarlo totalmente.
Si estás creando un plan B, tienes que pensar en todo el conjunto, desde la cabeza hasta los pies, se trata de tener en la recámara opciones para no tener que pensar en los momentos de pánico y tener la solución lista en menos que cae un rayo.
5. Tiene que hablar de ti . Tiene que ser un conjunto en el que te sientas cómoda pero que a la vez tenga este toque tuyo que tanto te gusta.
El Plan B, tiene que sacarte de un apuro pero no por eso tienes que dejar de ser tú o coger cualquier cosa que tengas en el armario o que no te defina.
4. Piensa también en los zapatos y complementos . Cuando nos vestimos a veces tendemos a no darles importancia y la tienen y mucho, puedes arruinar un conjunto si no aciertas con los zapatos o con los complementos y al revés, puedes cambiarlo totalmente.
Si estás creando un plan B, tienes que pensar en todo el conjunto, desde la cabeza hasta los pies, se trata de tener en la recámara opciones para no tener que pensar en los momentos de pánico y tener la solución lista en menos que cae un rayo.
5. Tiene que hablar de ti . Tiene que ser un conjunto en el que te sientas cómoda pero que a la vez tenga este toque tuyo que tanto te gusta.
El Plan B, tiene que sacarte de un apuro pero no por eso tienes que dejar de ser tú o coger cualquier cosa que tengas en el armario o que no te defina.
Es un conjunto igual que otro que te pondrías para ir donde tengas que ir, así que tiene que tener la misma esencia.
Tiene que transmitir igualmente tu esencia
y mostrarte tal y como eres
Tienes que sentirte tú, es como tu conjunto de la suerte, aquél que nunca falla, el que siempre puedes recurrir tengas lo que tengas.
Se trata de encontrar el equilibrio
entre comodidad y estética
Porque también lo puedes utilizar cuando lo que has pensado vestirte aquel día no te apetezca ponerte porque, por ejemplo te levantas con el pie izquierdo o tú no estás al 100%.
Tiene que ser un conjunto muy tuyo,
que te transmita confianza y
te sientas seguro con él
Tienes que poder pensar:
“Estoy tranquila porque si falla lo que he pensado
tengo el plan B”
Tampoco es cuestión de tirar siempre del plan B porque luego ya dejará de serlo para convertirse en tu uniforme diario.
Tiene que servirte para urgencias (días malos, cambios en el tiempo, manchas en el último momento, prendas que no están limpias o planchadas cuando creías que si, etc.).
Además con dos conjuntos que tengas pensados de cada temporada ya lo tienes resuelto, solamente tienes que dedicarle un poco de tiempo una vez y lo tendrás listo y disponible para muchos meses.
Incluso la base puede ser la misma y cambiar solamente los complementos: zapatos, bisutería y chaqueta. En función de la estación y en base a los colores acorde con ella.
O si por el contrario, le coges gusto a esto del plan B, puedes pensar un conjunto alternativo cuando te planifiques lo que te vas a poner, de este modo siempre acertarás y estarás tranquila.
Además si tienes la suerte de no tener que usarlo como plan B, los podrás utilizar como plan A para el día o la semana siguiente. ¿Que te parece? en un dos en uno.
Si eres de las que, como yo, la memoria no es tu fuerte, puedes optar por apuntártelo en un papel y colgarlo de algún sitio visible (nevera, pizarra del despacho…) o guardarlo en algún sitio que te acuerdes (cajón que utilizas a diario, en el móvil, tablet…), para que lo puedas consultar en el momento que lo necesites.
Parece una tontería pero no lo es, es un pequeño gesto que te aporta tranquilidad y seguridad, sabes que está ahí y lo puedes consultar siempre que te apetezca.
Si eres de las que, como yo, la memoria no es tu fuerte, puedes optar por apuntártelo en un papel y colgarlo de algún sitio visible (nevera, pizarra del despacho…) o guardarlo en algún sitio que te acuerdes (cajón que utilizas a diario, en el móvil, tablet…), para que lo puedas consultar en el momento que lo necesites.
Parece una tontería pero no lo es, es un pequeño gesto que te aporta tranquilidad y seguridad, sabes que está ahí y lo puedes consultar siempre que te apetezca.
¿Tienes pensado tu Plan B?
¿Cómo es?
Cuéntame en los comentarios cuál es tu conjunto de plan B y compártelo con nosotras.
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